viernes, julio 07, 2006

De Paseo por la Luna


El otro día fui a la luna porque me encargaron escribir un guión cinematográfico. Pensé que sería fácil, pero no. Demasiadas distracciones. Primero me detuvieron en la aduana porque no podía pasar más allá de la atmósfera con el tarro de leche condensada que llevaba conmigo. Sin recibir explicaciones científicas me lo tomé entero para que los guardias del espacio no tuvieran la posibilidad de probar ni siquiera una gota.

Una vez en la luna me disponía a redactar el guión. Pero me encontré con Dan Brown. Luego de una breve charla me dijo que si miraba en tal dirección, justo a las 9.37 vería la silueta perfecta de Leonardo Da Vinci. Sin embargo, creo que mi reloj estaba malo o no funcionó allá arriba, porque después de esperar harto rato, mirando al punto indicado, no apareció ni la punta de la nariz de Da Vinci, y eso que era bastante narigón. Harto bromista salió Dan Brown, y yo ingenuamente le creí.

Trataba de pensar en algo ingenioso para el guión. Pero nada me gustaba. Se me ocurrió contar la vida de un fotógrafo cuya carrera se disparaba gracias a una mariposa que se cruzó frente a su lente. Pero me pareció muy aburrido. Entonces saqué mi cámara digital, para fotografiar la vista que tenía en ese momento, mientras tomaba un jugo de arándanos. Apenas la encendí, en el visor apareció una figurita con forma de pila en un vistoso color blanco. La batería estaba muerta.

Soy bien leso, porque se me olvidó cargar las pilas de la cámara y sólo me alcanzó la carga para sacar fotos cuando iba rumbo a la luna. Había paisajes increíbles, pero cuando tenga tiempo iré de nuevo y capturaré cada rincón con la digital. Lo que más me gustó fue la cantidad de árboles, sobretodo los amarillos con café, que parecían cebras. También, pese al poco tiempo que tenía, alcancé a visitar un resorte gigante, que es un lugar adecuado para que la gente libere tensiones. En ese momento el que saltaba en el resorte era Forrest Gump, pero no quise saludarlo porque me iban a dar ganas de comer camarones ecuatorianos.

Ese soy yo cuando iba camino a la luna. No se puede apreciar su color verde porque la foto es en blanco y azul. Como el Colo Colo.

Cuando llegué a la luna me di cuenta al tiro de algo: se nota que los norteamericanos nunca llegaron a la luna como ellos decían. Y todo fue una farsa para tratar de demostrar que ellos son los mejores de todo y para todo en el mundo. Como ese señor que se tiró en bunjie desde un helicóptero sólo para que digan que es un maestro y el mejor de todos en eso. Obvio que era estadounidense. Digo que se nota que nunca llegaron porque la única bandera que encontré fue ésta:




La luna es realmente maravillosa, se puede apreciar la tierra completamente. Es verdad que se ve la muralla china y el obelisco. Pensar que tuve que ir hasta allá arriba para conocerlos. Pero valió la pena. Claro que me fue imposible lograr una buena concentración para escribir el guión. En ese lugar, rebosante de estrellas, y no me refiero a Dan Brown ni a Winona Rider, que también andaba de paseo por ahí, sino a los verdaderos astros que adornan el manto negro, es muy difícil trabajar sin distracciones.


Si van a la luna es mejor no llevar el disco de Coldplay, porque sus canciones son tan pegotes que después van a andar repitiéndolas sin poder parar y no podrán disfrutar del silencio eterno del espacio.


Quería regresar a la tierra. Estaba cansado. Deseaba ya realmente irme. Intenté conseguir una bicicleta para hacer el retorno más rápido. Pero la única que había en toda la luna la estaba usando el omnipresente Dan Brown para el rodaje de su nueva película: “Diarios de Bicicleta”. Me preguntó si quería actuar, pero le dije no gracias, yo soy escritor de cine y no actor. Me di la vuelta y comencé a caminar hacia abajo, pensando en alguna idea para el guión.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Yo creo que te habría sido más fácil inventar un guión (por lo menos la inspiración llegaría más rápido) en el planeta Wally Carretero. Aunque no sé a cuánto están los pasajes ni qué días hay salidas hacia allá. Supongo que con una promo se avanza algo, no?
NARV

11:07 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Todavía no puedo viajar a la Luna, pero fui a Saturno. Te cuento que allá el aire es con aroma a eucaliptus y sus lunas de colores como el arcoiris. Las naranjas salen de la arena y las papas caen de los árboles. Pero lo que más me gustó fue pasear por los anillos. Las competencias de karting a la velocidad de la luz son increíbles, aunque te puedes despeinar, te recomiendo un jockey. Realmente lindo, algún día te invitaré.

Besos Byron =*

10:43 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

MUY BIEN IRARRAZABAL! siga escribiendo y sos grande!!!!

11:46 p. m.  

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